Los viticultores franceses están tomando medidas de emergencia para sobrevivir en Burdeos, región que alberga algunos de los mejores vinos del mundo y los aumentos de temperatura más bruscos.
The Wall Street Journal (WSJ) reportó que muchos productores están cosechando semanas antes de que las uvas maduren tradicionalmente y otros están invirtiendo en terrenos ubicados en climas más fríos.
Algunos más están transformando el paisaje de la propia región vinícola, plantando más árboles para garantizar una mejor retención de agua y menos erosión.
WSJ destacó que la situación se ha vuelto tan grave que los enólogos de Burdeos y otras regiones han empezado a cambiar las prácticas que han estado vigentes durante generaciones.
La vinificación está estrictamente regulada en Francia con reglas que rigen todo, pero este año se permitió a los viñedos de los alrededores de Burdeos regar sus vides, una práctica que suele estar prohibida.
La organización francesa que rige las denominaciones de origen del vino también aprobó seis variedades de uva más para agregar a las actualmente permitidas para la producción de vinos de Burdeos.
Las nuevas incorporaciones incluyen cuatro tintos (Arinarnoa, Castets, Marselan y Touriga Nacional) y dos blancos (Alvarinho y Liliorila) y todos fueron elegidos por su capacidad para prosperar en condiciones más cálidas y secas.
En febrero, los científicos del clima de la ONU publicaron un informe que indica que las temperaturas de la superficie en la región mediterránea, que incluye el sur de Francia, han aumentado 1.5 grados desde la era preindustrial.
Eso es más alto que el aumento promedio de 1.1 grados para todo el planeta, lo que expone a la región a un mayor riesgo de olas de calor, sequías y otros eventos climáticos extremos.
Las uvas para vino son muy sensibles a los cambios en el clima; la luz solar las calienta y madura, produciendo azúcar que se convierte en alcohol, pero demasiado Sol podría quemar a las uvas.
Un puñado de pequeños productores ha empezado a invertir en tierras en áreas que alguna vez se consideraron demasiado tempestuosas para los viñedos, incluidas Bretaña y Normandía a lo largo de la costa atlántica de Francia.
Este año, periodos inusualmente cálidos en algunos lugares provocaron una brotación temprana de las vides, dejándolas vulnerables a una ola de heladas tardías en abril. Los productores instalaron velas gigantes en sus viñedos para calentar la fruta y usaron helicópteros para dispersar el aire estancado.
Luego vino la sequía y algunos productores están modificando la densidad de sus parcelas para requerir menos agua y otros dicen que plantar vides en un ángulo diferente puede reducir su exposición a la luz solar.
