La mejor manera de limitar el cambio climático a corto plazo es frenar las emisiones de metano, particularmente de las operaciones de petróleo y gas, según un informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE) sobre el poderoso gas de efecto invernadero.
La organización intergubernamental autónoma que se formó después de la crisis petrolera de 1973 hizo su llamado más claro hasta ahora para que la industria de los combustibles fósiles limpie fugas y liberaciones intencionales de metano, un gas que atrapa 84 veces más calor que el dióxido de carbono durante sus primeras dos décadas en la atmósfera.
Las operaciones mundiales de combustibles fósiles emitieron cerca de 120 millones de toneladas métricas de metano el año pasado, casi un tercio de todas las emisiones de gas atribuidas a la actividad humana, indicó la AIE.
«Muchas de estas emisiones son simplemente fugas a lo largo de la cadena de producción y suministro que los operadores no logran capturar o evitar», señaló la AIE en un comunicado prensa sobre el informe. «Hay maneras económicas de limitar estas emisiones, especialmente en el sector de petróleo y gas».
Más del 70 por ciento de las emisiones actuales de petróleo y gas podrían prevenirse y alrededor del 45 por ciento de ellas podrían evitarse sin costo neto, ya que el gas adicional capturado se puede vender, según la agencia. El metano, principal componente del gas natural, es responsable de aproximadamente el 30 por ciento del aumento global de las temperaturas.
