Es la única especie de pingüino que vive en el continente africano y está clasificado como en peligro de desaparición por la UICN.
El pingüino africano o pingüino de El Cabo (Spheniscus demersus) es la única especie de pingüino que vive en el continente africano y está clasificado como en peligro de extinción, por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Los lugareños en Sudáfrica se toparon el viernes pasado con una escena dantesca: docenas de pingüinos africanos yacían muertos en una playa, rodeados por unas pocas abejas muertas. Las autopsias de las aves marinas en peligro de extinción revelaron la presencia de picaduras.
Aunque resulte chocante, la colonia fue atacada por un enjambre de abejas y, tras el examen, Parques Nacionales de Sudáfrica (SANParks) informó que fueron hasta 63 los pingüinos que murieron a causa de la picadura de estas abejas. Todos ellos tenían múltiples picaduras en sus cuerpos.
«Las investigaciones preliminares sugieren que los pingüinos murieron debido a la picadura de un enjambre de abejas melíferas del Cabo», dijo SANParks – Table Mountain National Park en un comunicado. Fueron encontrados a lo largo de una playa en Simon’s Town, cerca de Ciudad del Cabo. También encontraron un único pingüino muerto en una playa en la playa de Fish Hoek, la siguiente ciudad a menos de 6 kilómetros de distancia, con multitud de picaduras de abeja.
La especie se considera en peligro de extinción y ha experimentado una rápida disminución de su población en las últimas décadas, en gran parte debido a la escasez de alimentos por la sobrepesca y el cambio climático.
Se cree que los pingüinos africanos son especialmente vulnerables a las múltiples picaduras de las abejas melíferas del Cabo debido a su pequeña estatura, pues estas criaturas miden solo 60 centímetros y pesan un promedio de 2,2 a 3,5 kilogramos. Aunque los expertos apuntan a que este evento no deja de ser inusual.