La pandemia por Covid-19 ocasionó que varios surcoreanos adoptaran una vida nueva dentro del área rural llamada Kwichon.
Hartos de la vida capitalina los habitantes de Seúl están buscando la calma dentro del campo, para así encontrar una paz con el ritmo provinciano.
Este cambio no es como una mudanza a cualquier otro lugar, sino que el Kwichon va en contra del propio progreso, es un choque cultural al que se había estado acostumbrando la propia ciudad de Seúl.
Quienes están comenzando a adoptar esta filosofía del Kwichon son los adultos jóvenes ya que muchos tienen hijos en preescolar o están ingresando a la educación básica.
Este movimiento comenzó con fuerza a provocarse en 2016 ocasionando que se abran nuevas escuelas en las zonas rurales de Corea del Sur para así satisfacer la demanda de educación que exigen los padres surcoreanos.
