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Qué son los empleos verdes

Cada vez se oye más hablar de empresas que apuestan por el medio ambiente a través de la implementación de nuevos empleos verdes en algunas de sus divisiones.

En algunos casos, incluso podemos encontrar empresas cuya actividad está centrada en su totalidad en este tipo de empleos.

Los empleos verdes son todos aquellos que desarrollan una actividad que tiene como trasfondo la reducción o compensación del impacto humano en el medio ambiente. De este modo, se puede hablar de empleo verde como cualquier empleo que esté enfocado a reducir la contaminación, pero también de aquellos que desarrollen su actividad cuidándose de no afectar al medio ambiente.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que, aunque al pensar en empleos verdes lo más probable es pensar en empleos relacionados con las energías renovables, en realidad se trata de un sector mucho más amplio.

De hecho, aunque las energías renovables ocupan un papel fundamental en lo que a empleos verdes se refiere (principalmente porque el sector energético es uno de los principales sectores contaminantes y, por ello, también uno de los que más cambios y posibilidades de creación de empleos verdes tiene), se pueden encontrar empleos verdes en casi cualquier sector de la economía, desde el sector energético al turismo, pasando por la moda, la alimentación, además de otros sectores como pueden ser el jurídico o el educativo.

Qué tipos de empleos verdes existen

A grandes rasgos, se pueden distinguir dos tipos de empleos verdes según el enfoque de la actividad que realizan:

Desde el punto de vista del producto

Los empleos verdes que lo son desde el punto de vista del producto final son aquellos en los que, dicho producto, está diseñado desde un principio para ser «ecofriendly«. Es decir, respetuoso con el medio ambiente. Algunos ejemplos que se podrían citar en este apartado serían la alimentación y cosmética ecológicas, el turismo ecológico, o la arquitectura sustentable entre otros muchos. En estos casos, estamos hablando de productos finales que, en su propio diseño, el enfoque ambientalista ha sido uno de los motivos que han hecho que dichos productos lleguen a existir como tal. Es decir, son productos pensados de forma explícita para ser respetuosos con el medio ambiente. Todos los trabajos cuya labor sea la implementación de estos productos serían trabajos verdes de esta categoría. Un ejemplo claro sería la ecotecnología.

Desde el punto de vista de la protección medioambiental

Por otro lado, más allá de trabajos cuya acción sea la creación de un producto final respetuoso con el medio ambiente, también podemos encontrar trabajos destinados a la protección del medio ambiente sin que la empresa donde se llevan a cabo tenga este objetivo entre sus principales. Un ejemplo de ello lo encontraríamos en el caso de los trabajos que se ocupan de investigar tecnologías que permiten obtener energías más limpias. En este sentido, las energías renovables serían un tipo de trabajo verde que entraría en esta categoría. Se trataría de trabajos verdes porque pretenden reducir el impacto en el medio ambiente, pero el impacto en el medio ambiente procede de otra actividad anterior, que es la producción de energía, que sería la actividad principal de la empresa. De este modo, todos los trabajos que estén enfocados a mejorar desde un punto de vista medioambiental el impacto de la empresa, también serían considerados como empleos verdes.

Más allá de estas dos categorías podríamos mencionar una tercera, que se caracterizaría por ser una mezcla de las dos anteriores. En este caso, se trataría de trabajos que, tanto desde una perspectiva de producto final como de protección medioambiental, cumplen con las características de ambas categorías. De esta forma, se trataría de empleos verdes difíciles de limitar a una única categoría, por lo que se podría hablar de empleos verdes mixtos.

Qué son los empleos verdes - Qué tipos de empleos verdes existen

Qué formación es necesaria para trabajar en un empleo verde

En general, debido a la gran variedad de empleos verdes que se pueden encontrar, sería muy difícil limitar la formación a una única vía. En general, se podría considerar que los empleos verdes serían especializaciones dentro de cualquier sector. Es decir, si tomamos como ejemplo un empresario, esta persona tendrá que tener una formación en cultura empresarial. Sin embargo, en el momento en el que la empresa que desarrolle fabrique un producto final verde, se convertiría automáticamente en un empleo verde. Lo mismo sucedería con formaciones tan variadas como pueden ser las ingenierías, el derecho o el diseño.

En consecuencia, salvo casos muy concretos de formación explícita (por ejemplo carreras medioambientales o másteres o especializaciones en ecología), se puede afirmar que la formación necesaria para trabajar en un empleo verde será la especialización verde dentro de cada sector de trabajo. De este modo, un ingeniero que se especializa en energías renovables tendrá una formación propia de un empleo verde, un abogado que se especializa en derecho medioambiental tendrá también esta formación, un arquitecto que se especialice en construcción sustentable también podrá ser considerado como tal.

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