Las más de 20 mil abejas de Isabel II recibieron la noticia de que la reina había muerto. A la vez, se les notificó que su nuevo dueño sería Carlos III.
Los medios del mundo han enfocado sus esfuerzos en cubrir, segundo a segundo, el funeral de Isabel II. Después de más de 70 años de mandato, la monarca del Reino Unido se despidió del trono el pasado 8 de septiembre de 2022. Sus hijos, sus nietos y todos sus súbditos recibieron el pésame tras su fallecimiento. Pocas personas saben que, así como los seres humanos que la acompañaron en vida, a las abejas de Isabel II también se les informó de su muerte.
Ésta es una antigua costumbre en la monarquía británica. De hecho, forma parte de los protocolos oficiales cuando el gobernante en curso muere. Aunque las abejas de Isabel II obedecen a su propia reina, la corte les avisa cuando el monarca en turno ha muerto. De hecho, si esta tradición centenaria no se sigue al pie de la letra, el apicultor real podría recibir severas consecuencias, según reporta The Daily Mail. Ésta es la razón.
¿Cómo se enteraron las abejas de Isabel II que la reina había muerto?
Las abejas de Isabel II no usan Twitter. Tampoco pudieron enterarse viendo la televisión, o revisando las actualizaciones de sus muros en Facebook. Por el contrario, desde su centro de cuidado en Londres, el cuidador oficial John Chapple les informó que la reina había fallecido.
CON 79 AÑOS DE EDAD, CHAPPLE INFORMÓ «A LAS COLMENAS MANTENIDAS EN LOS TERRENOS DEL PALACIO DE BUCKINGHAM Y LA CASA CLARENCE DE LA MUERTE DE LA REINA», REPORTÓ EL PERIÓDICO BRITÁNICO.
Anunciar la muerte del monarca en curso se suma a la retahíla de protocolos que deben de observarse una vez que algún miembro de la familia real pasa a mejor vida. Además de verbalmente decirles que la reina había muerto, les informó también que su nuevo dueño era su hijo, Carlos III. Consignado como el ‘rey del cambio climático‘, seguramente tendrá un interés particular por atender a la especie que, a pesar de ser uno de los polinizadores más importantes del planeta, está en peligro de extinción.
Un reporte de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) de 2015 aseguró que «una de cada 10 especies de abejas silvestres se enfrenta a la extinción en Europa». En contraste, el estado de más del 50 % sigue sin documentarse. Paralelamente, se estima que 44 mil apicultores manejan las colmenas de la realeza británica. Cada una, al menos, cuenta con 20 mil ejemplares que trabajan haciendo miel para la familia en el poder.
Sin invitación
A diferencia de otras personalidades, las abejas de Isabel II no recibieron una invitación para el funeral de la reina. Mientras las colmenas reales reciben atención especializada de miles de apicultores —entre ellos, Chappel, quien figura como presidente de la Asociación de Apicultores de Londres—, se estima que el número de abejas ha caído entre un 20 y 15 % en el Reino Unido.
Aún así, John Chappel siguió paso a paso el rito para informar a las colonias de abejas sobre el fallecimiento de su antigua propietaria. The Daily Mail lo calificó como ‘supersticioso’:
«[CHAPPEL] COLOCÓ CINTAS NEGRAS ATADAS EN LAZOS EN LAS COLMENAS, HOGAR DE DECENAS DE MILES DE ABEJAS, ANTES DE INFORMARLES QUE SU AMA HABÍA MUERTO Y QUE UN NUEVO AMO ESTARÍA A CARGO DE AHORA EN ADELANTE».
Una vez que concluyó el rito, las «instó a ser buenas con su nuevo amo, que alguna vez fue famoso por hablar con las plantas«. Este procedimiento nace de una creencia de que, si no se les notifica de la muerte del monarca en curso, las abejas no producirán miel para endulzarle la vida a la familia reinante. En los casos más extremos, dice la leyenda, es posible que abandonen la colmena o que ellas mismas pierdan la vida.
Por ello, aunque las poblaciones de abejas vayan en declive en los territorios que domina la Corona británica, las abejas de Isabel II recibieron un ritual para enterarse de la muerte de la monarca anterior. No vaya a ser que los miembros de la realeza se queden sin miel.