Tierra

Por cambio climático, sufren bosques que albergan a la mariposa monarca en México

Sequía y plagas dañan a oyameles que albergan a mariposas en Michoacán

Luego de un largo viaje de seis semanas, la mariposa monarca, proveniente de Canadá, llegó hasta los bosques de Michoacán y el Estado de México, donde permanecerá todo el invierno.

Para llegar hasta las mil hectáreas de reserva ecológica en el santuario El Rosario, esta especie de lepidóptero cruzó por Tampico, Monterrey, Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí, entre otros lugares, para hallar finalmente el clima idóneo.

“La mariposa dura aquí, con nosotros, cinco meses. Viene de Canadá y Estados Unidos. Hace un trayecto de mes y medio dependiendo de las condiciones del clima, volando 120 kilómetros por día a una altitud de no más de 100 metros, porque si sube más ya el viento la desviaría de su ruta. El bosque de oyamel es el que mayormente tiene un clima agradable, que le gusta a la mariposa”, explicó Abel Cruz Reséndiz, secretario del Comité de Turismo del Santuario “El Rosario”.

La mariposa se ha convertido en una visitante emblemática en esta zona de Michoacán y México, por lo que ejidatarios y pobladores trabajan en la conservación del bosque y su defensa frente al cambio climático, el principal enemigo de los árboles donde habitan las monarca.

“Con el cambio climático, hay temporadas que llueve poco. Eso nos ha afectado en la plaga –descortezador–. Hubo muchos árboles que murieron por la sequía, y el descortezador, cuando ve un árbol deshidratado, entra y comienza a barrenarlo; lógico, ese árbol se muere. La temporada pasada se murieron más de mil árboles en la zona núcleo”, lamentó Abel Cruz.

Para llegar a la zona donde se concentran las mariposas, hay que subir un sendero a pie o a caballo, cerca de dos kilómetros, pero al final, el espectáculo que ofrece el fenómeno migratorio, ha valido el recorrido.

“Está pesado caminar, pero al final vale la pena. Es muy bonito ver cómo están volando todas. Algunas llegaron a estar muy cerca y se podía apreciar cómo son sus alas, su cuerpo. No me lo imaginaba así, pensaba que estaban encerradas, pero están al aire libre y pueden estar yendo y viniendo, volando”, dijo Samara Dayana Vázquez, una adolescente que visitó por primera vez el santuario.

El pasado fin de semana abrió oficialmente El Rosario, que podrá visitarse hasta finales de marzo, en un horario de ocho de la mañana a tres de la tarde, de lunes a domingo. El costo del acceso para niños es de 50 pesos y de 80 pesos para adultos.

Debido a la pandemia por la COVID-19, durante la temporada de 2020, El Rosario tuvo capacidad únicamente para recibir a 30 por ciento de la afluencia acostumbrada. En este año, el acceso se permitirá en 70 por ciento, por lo que el personal del santuario recibió capacitación para la atención de los visitantes en medio de una contingencia sanitaria.

También puede gustarte...