Mil millones de objetos plásticos llegarán al océano para finales de 2020 si no lo evitamos. A día de hoy, el ritmo asciende a 9 millones de toneladas de plásticos arrojadas al océano cada año. Planeta o Plástico, la iniciativa plurianual global de National Geographic que lucha por evitarlo a través de la concienciación sobre el tremendo impacto que tiene el plástico en nuestro planeta, ha evitado hasta la fecha que más de 249.784.550 plásticos lleguen hasta nuestros ecosistemas.
¿Su objetivo final? Lograr su compromiso: evitar que esos mil millones de objetos plásticos abarroten nuestros océanos en 2020. Viralizada a través del hashtag #PlanetaoPlástico en las redes sociales, la iniciativa narra semana a semana los nuevos acontecimientos que esta crisis ambiental, abordándola desde la ciencia y tratando en todo momento de concienciar a una de las piezas claves en esta transformación: el consumidor.
Además del compromiso educativo y divulgador, el esfuerzo de la iniciativa va también dirigido a realizar una importante investigación científica que aporte un mayor conocimiento de las consecuencias de esta crisis. Su fuerte compromiso de sostenibilidad corporativa interna va también de la mano con la continua cooperación con asociaciones innovadoras, corporaciones afines y organizaciones no gubernamentales.
Dando voz a la naturaleza
Una destacada historia como marca líder en exploración y divulgación científica sitúan a National Geographic en un lugar privilegiado para asumir y narrar este compromiso desde la ciencia.
Los datos más impactantes y las imágenes más desoladoras de la iniciativa siguen de cerca el testimonio del rastro que deja esta huella con un objetivo: ¿sabemos cuál es el impacto que causamos al tirar el plástico directamente a la basura, sin reciclarlo? Millones de personas aún no son conscientes de cómo estas pequeñas acciones diarias marcan la vida de nuestro planeta y de millones de personas que se ven afectadas.
Redes de pesca, botellas de plástico, bolsas, tapones y bastoncillos de los oídos tapizan playas y fondos de océanos y flotan en una sopa de plásticos hasta en los lugares más remotos del planeta. Mostrando los terrible efectos que tiene en la flora y fauna de nuestro planeta, esta iniciativa quiere llegar hasta ti, transformando la realidad desde el gran poder que tiene el consumidor.
Cada gesto, cada detalle cuenta. Por ello, National Geographic insta a cada persona a comprometerse y realizar un cambio profundo en su utilización del plástico a través de acciones simples, pero conscientes.
Espíritu aventurero, pasión y compromiso
Hasta las regions más remotas del planeta han llegado los compromisos de Planeta o Plástico, gracias a aventureros como David de Rothschild, aventurero, ambientalista y fundador de MYOO, considerado embajador y héroe del clima por el Foro Económico Mundial. Desde las regiones más frágiles del planeta, este explorador atrae a los medios para mostrar la realidad de estos rincones y hacer un llamamiento a la acción.
Con este objetivo, en 2010, se embarcó en la iniciativa el Plastiki, una aventura en el océano a bordo de un catamarán de 60 pies que se construyó con más de 12.500 botellas y una tecnología única reciclable llamada Seretex para reccorrer más de 8,000 millas a través del Océano Pacífico, desde San Francisco hasta Sydney.
La producción mundial de plásticos ha aumentado desde las 2,3 millones de toneladas en 1950 a 162 millones en 1993 y a 448 millones en 2015. La idea del Seretex es reutilizarlo a la vez que se evita seguir sumando más cantidad de este material al planeta y, en su lugar, aprovechar este recurso para usos más inteligentes.
Ciencia, investigación, educación… Y aventura
Entre los casos de éxito más relevantes de la línea Planeta o Plástico se encuentran algunos de los proyectos más innovadores de lucha contra esta plaga. Heather J. Koldewey, codirectora de National Geographic Society, fue pionera en conservación marina comunitaria ya en 1996 a través del Proyecto Seahorse.
Más adelante, Koldeway desarrolló Net-Works, un proyecto premiado que ha implementado una novedosa cadena de suministro que se basa en las comunidades para lograr que las redes de pesca desechadas se transformen en hilo de nylon reciclable en el mundo de la moda, de forma que aliviar los problemas medioambientales contribuya a la par en reducir la pobreza de las comunidades de la costa en países en desarrollo.
Para estudiar los efectos de estos microplásticos, otros proyectos como el de Ambon-Malaku, en Indonesia, estudian la contaminación marina. De la mano de la investigadora Corry Yanti Manullangl, el Centro de Investigación de Aguas Profundas – Instituto de Ciencias situado en este emplazamiento evalúa los metales pesados e investiga todo tipo de desechos plásticos marinos.
La educación es otro de los pilares sobre los que se asienta el compromiso de Planeta o Plástico. Enfocados a ella se desarrollan también decenas de proyectos como el de Daniela Vilema, líder del proyecto Charles Darwin Foundation’s Marine Education Program, que trabaja para concienciar a las comunidades waorani sobre la situación de las fragiles poblaciones de tiburones de las Islas Galápagos y su estrecha relación con el plástico.
Plástico hasta en los lugares más remotos del planeta
Con más de 5 billones de fragmentos de plástico flotando en nuestros océanos, a lo largo y ancho del planeta hay miles de especies que tratan de adaptarse a nuevos ecosistemas a menudo drásticamente modificados por esta plaga.
Para 2050, casi todas las especies de aves marinas del planeta comerán plástico. Colillas de cigarillos, botellas, tapones, envoltorios, bolsas, vasos, recipientes y todo tipo de objetos plásticos constituyen hasta el 73% de los residues que se encuentran en nuestras playas, un escenario que a menudo da lugar a insólitas y dramáticas situaciones.
Salvemos nuestro Mediterráneo
Con motivo del Día Mundial de los Océanos, que se celebra este sábado, National Geographic estrenó el pasado lunes 3 de junio el documental Salvemos nuestro Mediterráneo, que se podrá ver en vídeo bajo demanda durante todo el mes de junio. Un viaje submarino a través de nuestras costas en el que el explorador de National Geographic Manu San Félix muestra cómo hemos arrasado los ecosistemas en menos de cinco décadas y propone las soluciones necesarias para revertirlo.
Con la más alta densidad de microplásticos flotantes en sus aguas, la contaminación de la cuenca del Mediterráneo acapara algunas de las peores consecuencias de esta plaga, donde el plástico supone ya un total del 95% de los residuos.
Salvemos nuestro Mediterráneo es el reflejo de la pasión por el océano de Manu San Félix y sus más de treinta años luchando por recuperarlo antes de que sea demasiado tarde. “Estamos a tiempo”, alerta San Félix. “Pero tenemos que reaccionar ya, es ahora o nunca”.