Agua

Las algas, unos organismos «aliados» en la lucha contra el cambio climático

Las algas se configuran como unas «aliadas» en la lucha contra el cambio climático, pues son un «importante disipador de carbono que puede capturar grandes cantidades de dióxido de carbono, además de poseer otras «virtudes medioambientales».

Las algas, gracias a la fotosíntesis, al igual que las plantas, producen oxígeno, y el océano fuente de más del 50 % de nuestro oxígeno, sobre todo gracias a las microalgas, según un comunicado de la cadena hotelera Relais & Chateaux.

Según esta compañía,»tanto si se recogen de la naturaleza como si se cultivan, las algas son unas aliadas en la lucha contra el cambio climático».

Las algas se dividen en dos categorías, las microalgas -fitoplacton- y macroalgas, que son aquellas que se consumen con «mayor frecuencia«.

 Además de capturar carbono, estos organismos también ayudan a limpiar estuarios, reducir la acidificación de los océanos y frenar la erosión de las costas.

También son útiles  para producir biocombustibles o materiales plásticos renovables, y no necesitan, por ejemplo, fertilizantes para su rápido crecimiento.

Además de sus beneficios ambientales, las algas también tienen beneficios nutritivos, ya que son ricas en minerales, fibra y antioxidantes.

Desde esta compañía, coincidiendo con el Día Mundial de los Océanos, que se celebrará el próximo 8 de junio, centrado en «Revitalización: acción colectiva por el océano», han querido resaltar las algas de los menús de sus restaurantes.

Su demanda ha aumentado en las últimas décadas: en 1970, su producción mundial fue de dos millones de toneladas, cuando en 2019 ha sido de 35,7 millones de toneladas, según datos de La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). 

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