De entre todos los elementos químicos, la plata tiene la acción antibacteriana más fuerte con la menor toxicidad en las células animales. Porque, al igual que otros metales preciosos más caros, interrumpe la habilidad de las células bacterianas de formar ciertos enlaces químicos esenciales para su supervivencia.
Al añadirla al agua, la plata suelta iones de plata. Estos iones también matan y previenen el crecimiento biológico, inhabilitando al metabolismo de gérmenes y dificultando la función de sus membranas.
Este gran valor de la plata no fue descubierto en este siglo. Los antiguos fenicios descubrieron que podían mantener frescos el agua y otros líquidos al conservarlos en botellas revestidas en plata. 3000 años más tarde, los pioneros americanos prevenían la disentería, los resfriados y las gripes introduciendo monedas de plata en las botellas de leche. Los biocidas de de plata se encuentran hoy en día en los sistemas de purificación de agua, catéteres, mobiliario de hospital y casi todo el instrumental en quirófano. La ionización cobre plata también ha sido aprobada como tratamiento primario para el control a largo plazo de la legionela en los sistemas de aire acondicionado.
El nitrato de plata se utilizó a finales del siglo XIX para curar a los recién nacidos de infecciones en los ojos y los doctores encontraron que las heridas se curaban antes con vendajes que contenían plata. El metal se utilizaba en suturas sobre heridas quirúrgicas y para curar úlceras con vendas con con contenido de plata, uso que sigue aplicándose en la actualidad. Estas vendas son especialmente efectivas para curar quemaduras.
Durante los años ’20, Estados Unidos expidió más de tres millones de recetas para medicamentos con contenido en plata. Sin embargo, a causa de la introducción de la penicilina en los años ’40, los antibióticos se convirtieron en el tratamiento estándar para las infecciones bacterianas e, inevitablemente, el uso de la plata en medicamentos pasó a un segundo plano. No obstante, nuevos avances científicos han seguido estudiando los beneficios de la plata en la industria médica.
La nanotecnología utiliza la plata como un antimicrobiano, reduciendo el metal a partículas medidas en milmillonésimas de metro. Esta nanoplata actúa como un catalizador para la oxidación, generando oxígeno del aire o del agua que destruye las membranas celulares de las bacterias unicelulares. Puesto que solo activa esta reacción, no contamina el entorno a su alrededor.
En resumen, hay mucho más en la historia de la plata que su uso como metal monetario o su interés para la industria de la joyería o la inversión. Los usos industriales y tecnológicos de la plata son responsables de más de la mitad de la demanda anual y esa demanda juega un papel importante y transformador en los precios del metal a largo plazo.