“Cuando perdemos aves o mamíferos, no perdemos solo estas especies. También perdemos su importante función ecológica, que es dispersar semillas”, dijo a la AFP Evan Fricke, de la Universidad Rice, y uno de los autores del estudio titulado Los efectos de la defaunación en la capacidad de las plantas para seguir el cambio climático, que es portada del más reciente volumen de la revista Science.
Este estudio es el primero en cuantificar el problema a nivel global, y estima que la capacidad de adaptación al cambio climático de las plantas que necesitan la colaboración de los animales ya se ha reducido en un 60%.
Las especies de árboles presentes en regiones que se han vuelto inhóspitas debido al calentamiento global pueden, por ejemplo, migrar a otras zonas donde llueva más, pero lo hacen en forma de semillas. La mitad de las plantas depende de los animales para comer sus frutos y transportarlos más lejos, una cifra que puede aumentar al 90 % en las selvas tropicales, mientras que otras quedan a expensas únicamente del viento.
Los investigadores daneses utilizaron datos de miles de estudios previos de comportamiento animal para construir un mapa de su contribución a la dispersión de semillas. Después compararon un mapa que anula el efecto de las extinciones de especies causadas por los humanos y la reducción de sus territorios.
Los resultados fueron sorprendentes. La pérdida en la dispersión de semillas fue muy pronunciada en las regiones templadas de América del Norte y del Sur, Europa y Australia, a pesar de que solo perdían un pequeño porcentaje de especies de mamíferos y aves.
Y fue menor en las regiones tropicales de Sudamérica, África o el sudeste asiático, pero podría acelerarse si se extinguen otras especies como los elefantes.
“Si no se dispersan suficientes semillas para seguir las condiciones ambientales, como la temperatura y las precipitaciones, que necesitan las plantas, éstas podrían quedar atrapadas en entornos en los que tendrían dificultades para sobrevivir. Esto podría provocar la pérdida de especies vegetales, junto con los valiosos productos y servicios que proporcionan, desde alimentos hasta el almacenamiento de carbono”, señalan los autores en un artículo publicado en The Conversation, donde resumen parte de los hallazgos de su investigación.