Tierra

Enviar una bomba nuclear hacia un asteroide que se dirige hacia la Tierra sería inútil para desviarlo, dice la NASA

Un asteroide estrellándose contra la Tierra es uno de los más grandes miedos que tiene la humanidad y en específico el mundo de la ciencia. Es entendible, no hay manera de revertirlo. Y además, hay evidencia de que algo similar sucedió hace aproximadamente 64 millones de años. En esa época vivían los dinosaurios en el planeta, y no descubrimos América diciendo que no quedó absolutamente nada de ellos.

Es cierto que algunas especies podrían ser la evolución de algunos dinosaurios. Sin embargo, la realidad es que no quedó nada. Por lo tanto, existiendo ahora vida inteligente en la Tierra, esta busca evitar que se repita un fatídico final para nuestra raza. Entonces, en primer lugar intentan identificar cada una de las rocas que se pasean por el sistema solar. De esta manera calculan su recorrido. Y, finalmente, informan el porcentaje de posibilidad que pueda existir de colisión.

Hasta la fecha, aunque algunos sean calificados como de “alto riesgo” eso significa que va a pasar cerca de la órbita, pero en realidad todavía no ha existido un peligro real. Aunque es cierto que miles de rocas ingresan a la atmósfera frecuentemente.

¿Qué pasaría entonces si una gran roca, capaz de devastar el planeta se dirigiera a la Tierra? ¿Hay un plan de acción? ¿Tenemos manera de evitar la colisión? En eso trabajan los científicos. El objetivo es contar con una planificación para desviar una roca que se dirija hacia nuestro mundo. Y aunque hay múltiples planes, todos se encuentran en la teoría. A excepción de uno que fue simulado recientemente y los científicos descartaron por completo esta opción.

Desviar un asteroide con una bomba nuclear

Desviar un asteroide con una bomba nuclear se convirtió durante un momento en una opción. Po lo tanto, científicos de la NASA decidieron ejecutar una simulación. La misma contó con cuatro días de observaciones, pero en realidad el estudio simula seis meses de preparación que van desde que se descubre el asteroide a 56 millones de kilómetros de distancia de la Tierra, hasta que se acerca al planeta.

En específico, la simulación ubica al asteroide un 19 de abril y lo impacta un 20 de octubre, detalla Daily Mail. Los científicos tienen ese periodo para estimar trayectoria, tamaño y posibilidad de impacto.

Una de las características más complicadas para descubrir es el tamaño del asteroide. De esta manera no habría tiempo de enviar una nave para destruirlo o desviarlo.

Durante la simulación está contextualizado que los científicos se enteran de que a medida que se acerca la roca, notan que es mucho más pequeña de lo que pensaban. Pero de igual forma generaría daños significativos en su impacto. Entonces, lo más acertado que lograron, con este ejercicio, fue lograr ubicar la región de la Tierra con la que va a chocar, pero solo a seis días de la colisión.

Los diseñadores de misiones espaciales intentaron buscar ejecutar un plan de acción para desviar el asteroide, pero dada la situación actual de la tecnología no se pudo hacer una misión creíble.

Finalidad de estos ejercicios

Cada vez que participamos en un ejercicio de esta naturaleza, aprendemos más sobre quiénes son los actores clave en un evento de desastre y quién necesita saber qué información.

Estos ejercicios, en última instancia, ayudan a la comunidad de defensa planetaria a comunicarse entre sí y con nuestros gobiernos para garantizar que todos estemos coordinados en caso de que se identifique una posible amenaza de impacto en el futuro.

Los ejercicios hipotéticos de impacto de asteroides nos brindan oportunidades para pensar en cómo responderíamos en caso de que se descubra que un asteroide de tamaño considerable tiene una probabilidad significativa de impactar nuestro planeta.

Los detalles del escenario, como la probabilidad del impacto del asteroide, dónde y cuándo podría ocurrir el impacto, se dan a conocer a los participantes en una serie de pasos durante los días de la conferencia para simular cómo podría evolucionar una situación real

Lindley Johnson, Oficial de Defensa Planetaria de la NASA / Dr. Paul Chodas, director de CNEOS

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