Tierra

El telescopio espacial James Webb alcanza su destino final tras un mes de viaje

El James Webb ya se encuentra a 1.6 millones de kilómetros de la Tierra, el punto desde el cual revelará detalles inéditos del Universo.

Después de una serie de retrasos que postergaron su puesta en órbita, el telescopio espacial James Webb fue lanzado el 25 de diciembre de 2021 en un cohete Ariane 5 desde el Centro Espacial Guayanés, ubicado en Kourou, en la Guyana Francesa.

Doce días después de su lanzamiento, el James Webb (el telescopio espacial más sofisticado jamás creado) completó exitosamente el despliegue de su escudo térmico de cinco capas, un instrumento invaluable para sus observaciones.

Considerado unas 100 veces más potente que el Hubble, se trata de una colaboración entre la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense que aportará detalles inéditos sobre el pasado remoto del Universo, la formación y evolución de las galaxias más antiguas y las propiedades de exoplanetas

El largo camino del James Webb

Durante 30 días, el James Webb siguió alejándose de la Tierra hasta alcanzar la separación esperada: 1.6 millones de kilómetros, una fase que se prolongó por dos semanas en las que desplegó sus antenas, espejos y las cinco capas de su parasol, que lo protegerán de la radiación infrarroja del espacio.

Finalmente, la tarde del 24 de enero de 2022, la NASA confirmó que el James Webb alcanzó su destino final ubicado en el lagrangiano dos (L2), uno de los cinco puntos donde la atracción gravitacional entre el Sol y la Tierra se equilibra y facilita su mantenimiento en una órbita estable:

De ahora en adelante, el JWST iniciará una etapa de enfriamiento, disminuyendo la temperatura de sus instrumentos hasta los -233 ºC para que puedan operar de forma segura. El siguiente paso será alinear su conjunto de espejos y finalmente, calibrar sus instrumentos científicos.

Sólo entonces, la agencia espacial comenzará a captar las primeras imágenes de prueba del James Webb, unos seis meses después de su puesta en órbita.

Mirar al Universo como nunca se ha visto

Ilustración: NASA GSFC/CIL/Adriana Manrique Gutierrez

El principal objetivo científico del James Webb será observar las primeras galaxias formadas en el Universo temprano. El telescopio será capaz de mirar más allá de 13,500 millones de años al pasado, revelando detalles inéditos de un Universo en su etapa temprana, cuando tenía unos 300 millones de años.

Su espejo primario está formado por un panel de 18 espejos hexagonales que al alinearse funcionan como uno solo. Juntos, alcanzan un diámetro total de 6.5 metros (el triple que el Hubble) lo que le permitirá captar más luz y recoger información de objetos de espacio profundo más débiles.

El James Webb estudiará las galaxias para comprender más sobre su evolución, observará la formación de estrellas y su ciclo de vida a detalle, además de medir las propiedades físicas y químicas de otros sistemas planetarios y exoplanetas, así como analizar las superficies y atmósferas de planetas, lunas, cometas, asteroides y otros objetos de nuestro Sistema solar.

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