Tierra

El sorprendente cambio del permafrost de la Tierra a lo largo del tiempo

Un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) ha desvelado un sorprendente cambio del permafrost de la Tierra: ha pasado a un estado más estable en los últimos 400.000 años y ha sido menos susceptible al deshielo desde entonces. El análisis ha sido publicado en la revista Science Advances y se realizó gracias a depósitos hallados en cuevas de Canadá.

Unos 15 millones de kilómetros cuadrados de la tierra del hemisferio norte está cubierta de permafrost, que se trata de suelo, sedimentos y rocas que continúan congelados durante años. Existen grandes extensiones de este compuesto en Alaska, Siberia y el Ártico canadiense, donde las bajas temperaturas han permitido que el carbono permanezca encerrado en el suelo.

Incremento del cambio climático

Según los científicos, hay más de 1.400 gigatoneladas de carbono atrapadas en el permafrost de nuestro planeta. Por ello, cuando las temperaturas globales aumentan y éste se descongela, el elemento podría escapar a la atmósfera en forma de dióxido de carbono y metano, incrementando notablemente el cambio climático.

Ahora, los geólogos del MIT y del Boston College han descubierto que el permafrost del planeta pasó a un estado más estable en los últimos 400.000 años. Esto ha provocado que sea menos susceptible de descongelarse y se haya retenido gran parte del carbono, impidiendo su liberación.

Carbono acumulado

David McGee, coautor del estudio y profesor asociado del Departamento de Ciencias de la Tierra, la Atmósfera y el Planeta del MIT, explicó en un comunicado que «la estabilidad de los últimos 400.000 años puede jugar en contra nuestra, ya que ha permitido que el carbono se acumule de forma constante en el permafrost durante este tiempo. El deshielo actual podría provocar una liberación de carbono a la atmósfera mucho mayor que en el pasado».

Así, los resultados de la investigación muestran que el permafrost de la Tierra era mucho menos estable antes de hace 400.000 años, cuando era más propenso a descongelarse: «Ver esta evidencia de un Ártico mucho menos estable antes de hace 400.000 años, sugiere que incluso bajo condiciones similares, el Ártico puede ser un lugar muy diferente. Me plantea preguntas sobre qué hizo que el Ártico pasara a esta condición más estable, y qué puede hacer que salga de ella», apuntó McGee.

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