Cerca de cien activistas del grupo ecologista Extinction Rebellion instalaron este sábado en la mañana en el centro de París una «gran ágora» para denunciar la «inacción» de los gobiernos frente al cambio climático.
Los activistas bloquearon cerca de 300 metros de los bulevares de Bonne-Nouvelle y Saint-Denis hacia las 09H45 con barricadas hechas con heno y organizaron sentadas en los extremos y en las calles adyacentes.
Muchos de ellos se amarraron a pesados recipientes con cemento para impedir una eventual evacuación, explicó un participante.
En la primera línea frente la policía antidisturbios, una docena de personas se sentaron en posición de meditación.
Unas horas después la situación se distendió con la aparición de pianos, hamacas y de baños rudimentarios y los activistas se relajaron al sol mientras otros intentaban marcar unos pasos de baile en el centro de la zona ocupada, delante de la imponente puerta de Saint-Denis construida en 1672.
En el suelo o en pancartas, los ecologistas escribieron mensajes como «El mundo se muere, construyamos el siguiente», «Rebelarse es nuestro deber» o «A los árboles, ciudadanos», en referencia al himno francés.
Esta es la única manera de que se hable un poco del cambio climático», declaró Antoine, que no quiso revelar su apellido.
La policía permaneció relativamente discreta, limitándose a controlar los accesos y verificando el contenidos de algunos bolsos.
La organización Extinction Rebellion realiza habitualmente acciones espectaculares para llamar la atención sobre la urgencia de una acción frente al cambio climático.
Recientemente bloqueó los puentes de Londres y durante una semana en octubre de 2019 ocupó la plaza de Châtelet en el centro de París.
