Tierra

Descubren cómo las plantas evitan florecer en pleno invierno

El secuestro del florígeno en las membranas celulares es clave para retrasar la floración durante la temporada de frío

Poco a poco, se va acercando el invierno en el hemisferio norte, un momento en que los bosques parecerán casi dormidos, con muchos de los árboles despojados de sus hojas hasta que “vuelvan a la vida” con la nueva llegada de la primavera. Pero, ¿os habéis preguntado nunca cómo saben los árboles cuál es el mejor momento para florecer? ¿Y cómo consiguen hacerlo de una forma tan sincrónica? La respuesta es sencilla y tiene nombre: florígeno.

El florígeno es una hormona vegetal que se produce en las células de las hojas cuando los días se empiezan a alargar. Esta proteína es el responsable de iniciar el crecimiento de las flores. Según un nuevo estudio de la Universidad de Corea y publicado en la revista Sciencedurante la época de frío esta hormona es secuestrada para impedir la floración. Este descubrimiento podría darnos un cambio de visión importante de los posibles efectos del cambio climático en la producción agrícola.

Una de las características ampliamente conocidas del florígeno es su capacidad para unirse a los lípidos, aunque se desconocía su función concreta. En el estudio liderado por Hendry Susila, investigaron la actividad del florígeno a distintas temperaturas, y descubrieron que las membranas lipídicas intracelulares encargadas de regular el transporte de la hormona, eran las responsables de su secuestro durante los períodos de frío intenso. Con la herbácea Arabidopsis thaliana como modelo del estudio, los científicos descubrieron que el florígeno se une al fosfolípido fosfatidilglicerol de la membrana lipídica de las células durante el invierno, un hecho que retrasa la floración hasta la llegada del buen tiempo. Para comprobarlo, el equipo perturbó la biosíntesis de fosfatidilglicerol en las células de la planta, un hecho que como se esperaban, condujo a una floración temprana totalmente insensible a la temperatura.

Por la historia de la regulación fisiológica no acaba aquí. En general, las plantas son unos seres fascinantes que usan las señales ambientales para mejorar su capacidad de sobrevivir y reproducirse. Algunas de estas señales son la duración del día (mediante las horas de luz), la temperatura ambiente, la humedad del suelo y del aire, el contacto físico, e incluso, los colores. Al utilizar toda esta información, son capaces de modular sus etapas de crecimiento y el desarrollo, incluido el momento en el que salen las hojas o la floración.

Cada vez estamos más cerca de descifrar el lenguaje y los mecanismos que utilizan nuestros parientes vegetales, unos seres tan sorprendentes como desconocidos.

También puede gustarte...