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Corredor industrial de Tula y Bordo Poniente generan contaminación en Valle de México

Durante la etapa de confinamiento por la pandemia de covid-19, se activaron seis contingencias ambientales por ozono en la Zona Metropolitana del Valle de México, a pesar de que se calcula que el 80 por ciento de los vehículos dejaron de transitar como resultado de la Jornada Nacional de Sana Distancia.

Lo anterior demuestra que parte del problema de contaminación atmosférica en la región, proviene de las fuentes fijas del corredor de Tula, Hidalgo, donde existe una termoeléctrica de la CFE, una refinería de Pemex, y una gran cantidad de industrias, advirtió Anaid Velasco, coordinadora de Investigación del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA).

En entrevista, alertó que a pesar de que, por ejemplo, el metano es un precursor de ozono, no existen datos sobre las emisiones de este contaminante generado en la Termoeléctrica de Tula, que opera con combustóleo.

Explicó que en el Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes (RETC), de la Semarnat, queda a consideración de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el reportar o no la generación de metano, aunado a que la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos (ASEA), debería atender estas lagunas en la norma, regular las emisiones y verificar su cumplimiento.

En estudios que se han hecho en Estados Unidos, en comunidades aledañas a donde se realiza fracking, para sacar principalmente gas metano en 80 por ciento, encontraron que las mujeres embarazadas no llegan a término, por lo que se hizo esta asociación de partos prematuros con el metano.

Este tipo de investigaciones no las he encontrado en México, pero lo que sí sabemos es que el metano es precursor de ozono, y el ozono puede generar desde dolor de cabeza hasta hacer más agudas enfermedades respiratorias, como son los ataques de asma», detalló.

En contraste, es posible saber que la termoeléctrica y la refinería de Tula emiten 18 mil 398 toneladas de óxido de nitrógeno al año, otro contaminante atmosférico, que con la combustión química de la energía solar, produce ozono, que viaja 83 kilómetros hasta llegar a la Ciudad de México.

Bordo Poniente

La coordinadora de Investigación del CEMDA, agregó que otra fuente muy importante de contaminación por metano en la Zona Metropolitana del Valle de México, es el tiradero del Bordo Poniente, cerrado en diciembre de 2011, y donde todavía queda pendiente el saneamiento del terreno y el aprovechamiento del gas para evitar que se siga escapando a la atmósfera.

Destacó que no existen datos públicos sobre las emisiones de metano en el Bordo Poniente, ya que la normatividad no obliga a medir las emisiones, reportarlas y mucho menos a manejarlas.

El último proyecto que se conoció públicamente para el relleno sanitario data de 2016, cuando la empresa Sistemas Eléctricos Metropolitanos, quien obtuvo una concesión por 25 años para la generación de luz, reveló a Excélsior que tardaría aproximadamente una década en acabarse el gas metano del Bordo Poniente, pero al parecer todo quedó en un proyecto.

El Bordo Poniente, es el relleno sanitario más grande de América Latina, por lo que sigue siendo uno de los mayores pasivos ambientales de México, con 70 millones de toneladas de basura enterradas en sus entrañas, alrededor de 1.5 millones de toneladas de gas metano que buscan salir a la superficie y lagunas de lixiviados (jugos tóxicos de los residuos), estancados sobre el acuífero profundo del Lago de Texcoco.

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