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Conoce al quokka, el animal más feliz del mundo

Estos animales son nativos de Australia y viven en ciertas áreas de la parte occidental de este continente, como en la isla de Rottnest y la isla de Bald. De hecho, la primera isla mencionada se llama así por esta especie, ya que el explorador William Dampier vio por primera vez a la especie Setonix brachyurus en esta isla.

Primero la llamó “Rattennest”, que en holandés significa “nido de ratas” ya que le parecieron ratas grandes y, más adelante, el nombre de la isla se cambió a Rottnest. Por ello, esta zona de Australia ha ganado turistas que acuden para verlos y hacerse un selfie con un quokka para usarla en las redes sociales, ya que la curiosidad que nos despiertan se ha convertido en algo viral y las imágenes llegan rápidamente a todo el mundo.

Estos mamíferos viven alrededor de diez años en estado salvaje y son herbívoros principalmente nocturnos, es decir que también es posible verlos algo activos de día. Estos herbívoros obtienen la gran parte de agua que ingieren de las hojas que comen y, además, pueden aguantar periodos largos sin beber ni comer.

Conoce al quokka, el animal más feliz del mundo - De dónde son los quokka y cuánto viven

Tamaño y peso de los quokka

Son marsupiales, es decir que, como los canguros, tienen una bolsa o marsupio en el que las crías crecen después de nacer, se alimentan mamando hasta los seis meses.

Teniendo en cuenta que los quokkas son marsupiales, también tienen patas y cola largas y potentes que les ayudan a desplazarse más rápido y con saltos ágiles. Son del tamaño de un gato doméstico, midiendo entre 40 y 90 centímetros de largo y pesando entre 2,5 y 5 kg. Su pelaje es marrón, teniendo poco o nada en las patas y la cola.

Cómo es el carácter de los quokka

Como los quokka no son para nada peligrosos y tienen un carácter muy curioso, es fácil que se acerquen a las personas que se los encuentran. Pueden llegar a ser muy amigables, ya que son animales realmente sociables, e igual que son curiosos también son activos y juguetones. Además, hay otro rasgo físico, aparte de los ya comentados, que les otorga un aspecto afable y muy simpático que hace que a los humanos nos entre la curiosidad por conocerlos más; se trata de su sonrisa.

Efectivamente, su hocico estrecho y sus grandes mejillas junto con su carácter hacen que se le vea una expresión de felicidad en muchas ocasiones. Por ello, desde el año 2013 se afirma que el quokka es el animal más feliz del mundo. De hecho, hay numerosas imágenes en las que se ve cómo interactúan con facilidad con las personas y que muestran esta expresión.

Los quokka, en situación de vulnerabilidad a la extinción

Principalmente por culpa de esta popularidad en los últimos años, tal y como se indica en The IUCN Red List of Threatened Especies, es decir la lista roja de especies en peligro, la especie Setonix brachyurus está sufriendo una situación de vulnerabilidad a la extinción y con una tendencia de su población que continúa siendo decreciente. Conoce más detalles en este otro artículo de EcologíaVerde sobre El quokka, un marsupial casi en peligro de extinción.

Son muchos los turistas que se dedican actualmente a buscarlos para hacerse fotos con ellos e incluso darles de comer para conseguirlo, ya que es fácil que se acerquen y acepten variedad de alimentos vegetales. Realmente, esta actividad por nuestra parte está afectando negativamente a esta especie, ya que se producen problemas diversos, desde cambios en la dieta y, por tanto, dificultad de alimentarse como antes, hasta accidentes y capturas para venderlos de forma totalmente ilegal para zoos privados y como mascotas, ya que hay quien busca comprar un quokka pero es un error porque, además de sacarlos de la naturaleza, no están domesticados y no se pueden cubrir sus necesidades en un piso o una casa en cualquier parte del mundo.

Debido a todo esto, actualmente en las zonas de Australia en las que se halla todavía al quokka, se imponen multas que oscilan entre los 300 y los 2.000 dólares australianos por levantar, coger o apresar de alguna forma a esta especie vulnerable. Por todo ello, se recomienda que si se viaja a Australia y se ve a uno o varios quokkas, lo mejor es no darles de comer ni tocarlos o cogerlos, si se quieren tomar fotos con ellos tendrá que ser sin llegar a cogerlos ni darles de nuestra comida.

La excepción a esto se da si se trata de un animal herido o en situación de riesgo, ya que entonces sí se pueden coger, desplazar o atender, habiendo igualmente obligación de contactar con la policía encargada de la protección animal en la zona.

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