La superficie de nuestro planeta está compuesta por un 70% de agua distribuida en mares, ríos, lagos y estanques, pero una parte de esta siempre está en las nubes y esto forma parte del conocido ciclo del agua.
De forma resumida, las nubes son hidrometeoros (formado por gotitas de agua) y tienen una función muy importante para la vida en el planeta, pues al fin y al cabo es lo mismo hablar de la importancia que tiene el agua.
Cómo se forman las nubes – el proceso
Este es el proceso de la formación de las nubes:
- El agua es calentada por la energía procedente del Sol, produciendo la evaporación de grandes cantidades de agua de los mares, océanos, ríos y lagos.
- Paralelamente a este proceso, las plantas de nuestro planeta también absorben la humedad del terreno y emiten vapor de agua a la atmósfera. Se estima, por ejemplo, que un manzano emite en forma de vapor unos 6.800 litros de agua cada seis meses (varía según las condiciones).
- El aire que absorbe esta humedad se convierte en aire húmedo y caliente (el aire húmedo absorbe más calor) y asciende hacía las capas más altas de la atmósfera, enfriándose durante su ascenso.
- Llegado un punto, este vapor de agua se condensa, formando gotitas de tamaño microscópico.
Así, las nubes están formadas de gotas de agua. Si bien el proceso puede variar en algunos casos, por ejemplo, cuando una masa de aire húmedo y caliente asciende a lo largo de la pendiente de una montaña, se enfría y condensa para formar las nubes. Este es el principal motivo por el que las nubes son frecuentes en las altas montañas.
Los principales tipos de nubes
Las nubes se distinguen entre si por su forma, magnitud y color. Esto define principalmente 3 clases de nubes:
- Cúmulos: son nubes de que poseen una apariencia hinchada (cúmulo significa montón) y se originan debido a corrientes de aire que asciende. Lo más habitual es que su formación tenga lugar durante el día y por la noche se acaban disolviendo. A pesar de su aspecto hinchado, son un indicador de buen tiempo.
- Estratos: son nubes que poseen un aspecto alargado, horizontal y de color grisáceo
- Cirros: son nubes de aspecto ligero y sutil y color blanquecino. Son nubes que se forman por cristales de hielo y se sitúan a niveles muy altos en la atmósfera, superiores a 7.500 metros.
Sin embargo, muchas de las nubes que se observan en el cielo, tienen características intermedias a estos tipos: se diferencian en cirrocúmulos, cirroestratos y estratocúmulos. Además, el término nimbo se aplica a las nubes que son portadoras de lluvias. Aunque generalmente los cúmulos son signos de buen tiempo, se llaman cumulonimbos cuando están cargados de lluvias. Cuando son los estratos los que están cargados de lluvia, se llamas nimboestratos. Además, en función de los vientos se diferencian nubes altas, medias o bajas:
Nubes altas
Son nubes que se originan a alturas entre los 7 km y los 13 km en la atmósfera. Estas nubes no forman precipitaciones, pero pueden indicar un cambio de tiempo. Entre las nubes altas, podemos encontrar cirros, cirrocúmulos o cirroestratos.
Nubes medias
Son nubes que se forman a alturas entre 3 km y 6 km y no originan precipitaciones, es decir, son aquellas nubes que cubren total o parcialmente el cielo. Además, las nubes medias son de aspecto uniforme.
Nubes bajas
Son nubes que se forman por debajo de los 3 km y son las que originan las precipitaciones si están a muy baja altura. Son nubes de desarrollo vertical, entre las que podemos encontrar estratos, cúmulos y cumulonimbos. Este tipo de nubes posee un aspecto algodonoso.