Aire

Así puede pasar el aire (y el coronavirus) de unas viviendas a otras a través del baño

Los conductos de ventilación de algunos cuartos de baño antiguos son un puente que conecta las viviendas y dejan circular el aire a través de ellas. En 1975 se aprobaron normas de construcción que dificultaban este flujo, pero en los edificios construidos hasta entonces (un 37,7% de los que hoy existen) con aseos que no dan al exterior es más que probable que el sistema permita entrar y salir el aire de un domicilio a otro sin más cortapisas que una rejilla.

La apertura de una puerta, de una ventana, encender el extractor de la cocina o los cambios de temperatura entre una vivienda y otra provocan que el aire esté en constante movimiento, buscando ocupar el espacio que queda libre. En solo cinco minutos todo el aire de un baño puede pasar a otro por los conductos de ventilación de esos edificios si no tienen instalado un filtro antirretorno o algún dispositivo que lo impida.

La succión provocada por el extractor de la cocina tiene capacidad para provocar que el 100% del aire de un piso de 100 metros cuadrados se renueve en 100 minutos. Si las ventanas están cerradas, en edificios con conductos de ventilación antiguos, este aire proviene de otra u otras viviendas.

Un estudio epidemiológico en un edificio de Seúl, con ocho contagios de covid-19 en cinco apartamentos que compartían ventilación por el baño, concluyó que no hubo “otro contacto posible” entre los infectados que no fuera este conducto común.

A medida que la pandemia ha ido avanzando, las pruebas de que el coronavirus se transmite por el aire se han ido haciendo cada vez más evidentes. Hasta el punto de que hay un consenso creciente en que esta es la principal vía de contagio y no las superficies, como se creía en un principio. Esto cambia la estrategia de prevención que se viene repitiendo desde hace un año. Aunque la higiene sigue siendo muy importante, la ventilación lo es más. Una vivienda confinada sin airear entraña más riesgos que pasear al aire libre. Y sin necesidad de recibir invitados en las viviendas: los conductos de ventilación de algunos cuartos de baño se pueden convertir en propagadores del virus si se dan determinadas condiciones.

Esto no supone un problema si el edificio (que puede ser de viviendas, un hotel, oficinas, una residencia) tiene los aseos con ventanas o se construyó a partir de 1977, fecha desde la cual se hacen obligatorias las normas de construcción de 1975 en España. Pero en el resto, el aire puede circular libremente. Los baños están ventilados por un conducto que no es más que un hueco que comunica las viviendas, separadas apenas por una rejilla.

Lo que incluyó la reglamentación de 1975 es la obligación de que las nuevas construcciones dispongan en cada vivienda de una “salida de aire con conducto vertical de tiro forzado”. O lo que es lo mismo: cada cuarto de baño ya no da directamente al hueco, sino que detrás de la rejilla hay un tubo que canaliza el aire a ese conducto general. Esto no aísla perfectamente los pisos, pero dificulta mucho que los gases circulen libremente entre ellos.

Las normas se hicieron aún más exigentes en 2006, cuando se aprobó el Código Técnico de la Edificación, que además obliga a que, encima del conducto, haya un extractor eléctrico. De esta manera, el aire solo puede salir de las viviendas, pero no puede entrar en ellas a través de este hueco de ventilación. Aunque, como señala el ingeniero David Higuera, en algunos edificios el ruido que ocasiona molesta a los vecinos de las plantas superiores, y es frecuente que lo apaguen por las noches.

Para que haya un contagio por coronavirus a través de los conductos de ventilación se tienen que dar circunstancias muy concretas. Es difícil cuantificar las infecciones por esta vía, pero varios expertos consultados consideran que es muy poco frecuente. Manuel Ruiz de Adana, doctor en Ingeniería de Física Química y Termodinámica Aplicada de la Universidad de Córdoba y experto en el estudio de la transmisión del coronavirus a través del aire, explica que más allá de que los conductos deben ser antiguos para permitir mucho flujo de aire, para que exista transmisión debería tratarse de una vivienda con una gran concentración de aerosoles que pase a otra en una concentración suficiente para que sea infectiva. Esto es más habitual en domicilios poco ventilados, con lo que el trasvase de aire entre ambos es menos probable. Pero no imposible.

Existen casos en los que todo apunta a la teoría de los canales de ventilación. El más documentado es el de Seúl, donde se registraron ocho contagios de covid-19 en cinco apartamentos que compartían ventilación por el baño. Los investigadores concluyeron que no había “otro contacto posible” entre los infectados que no fuera este conducto común.

También puede gustarte...