Aire

Así puede influir la contaminación en el sexo de tu bebé

Además de los millones de muertes evitables, las enfermedades cardiovasculares e infartos, el cáncer o el asma, la contaminación también tiene consecuencias más inesperadas como su relación con el autismo, la obesidad, la depresión, la osteoporosis, la fertilidad o los defectos congénitos en recién nacidos.

Una nueva investigación pone de manifiesto otra curiosa consecuencia de la exposición a agentes contaminantes: la proporción alterada de niños y niñas. Dicho de otro modo, las sustancias y metales pesados presentes en la atmósfera pueden influir en el sexo de los bebés. 

El estudio, publicado en PLOS Computational Biology y realizado por un equipo de la Universidad de Chicago y el Karolinska Institutet de Estocolmo, es extremadamente completo: ha analizado a la a mitad de la población estadounidense (150 millones) durante más de 8 años y a toda la población sueca (9 millones) durante más de 3 décadas.

Como principales hallazgos, el informe destaca que la contaminación por mercurio, cromo y aluminio se correlacionó con el nacimiento de más bebés varones, mientras que la contaminación por plomo aumentó la cantidad de bebés mujeres.

Además, los autores descubrieron más de 100 posibles factores que también están relacionados con el sexo de los recién nacidos, como los niveles de estrés de los padres o los índices de pobreza. 

Sin embargo, algunos factores como la temporada de nacimiento, la temperatura del clima, las tasas de delitos violentos y el desempleo, no mostraron correlaciones significativas.

Otro factor importante fue la cercanía de las familias a las granjas, posiblemente debido a una mayor exposición a los productos químicos.

La proporción de sexos humanos al nacer (SRB) de los bebés se determina en el momento de la concepción, cuando exactamente la mitad de los embriones deben ser niñas y la mitad, niños. El nuevo estudio sugiere que tanto los contaminantes del aire como del agua inciden en esta proporción.

No se trata de causa y efecto, sino de una correlación que debe seguir siendo estudiada. Se trata de la primera investigación sistemática de numerosos contaminantes químicos y otros factores ambientales utilizando grandes conjuntos de datos de dos continentes distintos. 

Entre los contaminantes atmosféricos que pueden influir en el sexo del bebé se encuentran el hierro, el plomo, el mercurio, el monóxido de carbono, el aluminio y los bifenilos policlorados (PCB). 

Los contaminantes del agua que pueden alterar la proporción de niños y niñas incluyen cromo y arsénico.

Los factores que se relacionaron con cambios significativos, como la contaminación por mercurio y la proximidad a las plantas industriales, hicieron que la proporción de sexos cambiara hasta en un 3%. En una población de 1 millón, eso significaría 60.000 niñas más que niños, o viceversa. 

Aunque investigaciones anteriores sobre el impacto en la proporción de sexos de los contaminantes tóxicos llamados PCB no fueron concluyentes, este análisis halló que aumentó significativamente el número de niños.

Los investigadores también examinaron dos eventos altamente estresantes en los Estados Unidos: el huracán Katrina en 2005 y los tiroteos de Virginia Tech en 2007. Únicamente hallaron una alteración significativa en la proporción de sexos 34 semanas después de los tiroteos de Virginia Tech, con más niñas nacidas. 

Para investigar el dato más a fondo, los autores recomiendan poner el foco en los más afectados por los eventos, en lugar de poblaciones enteras.

También puede gustarte...