Los desechos que arroja al drenaje sanitario una planta productora de quesos en el municipio de Isla, Veracruz, colapsó la tubería que atraviesa seis colonias del lugar, provocando la contaminación de arroyos, una laguna y cinco hectáreas de cultivos de sembrando vida.
También provocó ya la muerte de animales, cientos de personas enfermas y el deceso de un bebé de ocho meses.
Desesperados porque las autoridades estatales del Medio Ambiente no hacen caso y el alcalde morenista se deslinda, argumentando que él no dio los permisos a la empresa de usar el drenaje público, los habitantes de Isla, campesinos y ganaderos afectados, denunciaron los problemas que sufren las más de 5 mil familias.
Juan Villa Malpica, productor del campo afectado, llamó al gobierno federal a intervenir en la solución del problema “Queremos hacer un llamado al presidente de la República y al medio ambiente pero federal….Medio ambiente de aquí del estado nos da largas y prórrogas.
Nosotros no podemos continuar con este bloque de enfermedades qué hay y con estos drenajes colapsados”.
Rosalva Sánchez Hernández sufre problemas de salud, al igual que sus nietos por el suero y los químicos que vierte la planta de quesos Excélsior y que mezclada con las aguas negras corren como ríos por sus calles y entran a sus drenajes, baños y patios. Urge obligar a la empresa de lácteos a enviar sus desechos a donde no haga daño.
“Que la quesería haga donde recicle su agua y todo ese suero y el municipio que nos componga lo que el drenaje porque está pésimamente mal, la quesería ya acabó con toda la tubería…mucha enfermedad, mucha porquería”.
Una joven madre de dos niñas de 2 y 5 años señaló que las mismas sufren de manera crónica de “Infección, en la boca le salen bastantes llagas, calentura, diarrea…Todos comemos con ese olor. Allá suelta todo el suero y huele, estamos comiendo y entra todo el olor ese” La abuela de tres menores enfermos explicó que se llevó a los niños y nuera a Monterrey, Nuevo León y allá se curaron, pero regresaron a Isla y de nuevo se han vuelto a infectar de la piel.
“Que era infección de la piel de lo mismo de eso. Salí fuera hasta Monterrey, lo curo un doctor, se le quitó la infección de piel, volvimos a regrese y le volvió a dar. Le pica, le arde y luego le da fiebre; aquí todavía se le ven las manchitas, sus manos, mira, ahorita ya se le está secando, pero mira. Y es una comezón que tienen, mira la pancita del niño.
Obed Sánchez Reyes, padre de dos niñas enfermas se vio obligado a dejar su casa, al lado de la cual corren las aguas contaminadas, pues sus hijas casi se le mueren. “Me salí de mi casa, me salí de allí, porque el médico me dijo, oye muchacho ya es para que tus hijas estuvieran bien, no entendemos, acaso no los cuidas o tienen un foco de infección, y le dije si tengo un drenaje de una quesería, y el medico dijo, me hubieras dicho antes, estás gasté y gasté, llevo más de 15 mil gastado.
Saca a tus hijos de esa casa, renta, ve con un familiar, pero sácarlos de allí, está matando a tus hijos eso. Me salí y a los 20 días mis hijos se curaron. Ya un niño de 8 meses murió de vómito y diarrea, pero los señores son de la iglesia y dicen, ya Dios así lo quiso, pero fue de eso”, acusó.
La mayoría de los enfermos presentan síntomas similares como “rasquiña, vómito, diarrea, dolores de cabeza, en lo personal a mí me provoca mucho dolor de cabeza y ardor en la cara, he tenido problemas con mis nietos, tenía vómito, diarrea y mucha temperatura”, enfatiza Rosalva Sánchez .
Por el foco de contaminación murieron aves de corral y ganado y más de 5 hectáreas de cultivos de sembrando vida son bañados por las aguas negras, sueros y químicos utilizados en la planta de quesos Excélsior. Foto: Isabel Zamudio Eso ya acabó ya con más de mil 500 árboles que sembraron, y amenaza a las aves migratorias que llegan a humedales de la zona.
“Hay Ciruela, todo lo del programa sembrando vida, hay roble, hay primavera ya se han secado…toda esta parte de aquí del bajo como lo riega lo del suero todo ya…o ya se secó. Ponemos que en las resiembras Mil 500, mil 800 árboles” , abunda Juan Villa.
Su cuñado Julio Santos, otro productor afectado comentó que se le murió una becerra a su cuñada y a él cinco gallinas. Hay denuncias presentadas ante diversas instancias de gobierno estatal, ante la Secretaría de salud, del Medio Ambiente, pero nadie hace caso y resuelve el problema.
