Campeche y Tabasco son los únicos estados que, por ahora, están libres de sequía; el resto la padece en distintos grados y en 10 entidades casi 100 por ciento de su territorio sobrelleva esta situación. El panorama es devastador: lagos en extinción y contaminados, bosques talados, presas con bajos niveles de almacenamiento y fugas de agua potable en las redes de servicio. La población resiente la escasez del líquido y, además, debe enfrentarla con altas temperaturas.
Aunque es periodo de estiaje, los agricultores carecen de suficiente humedad para los cultivos por las pocas lluvias del año pasado. En Zacatecas y Durango, la cosecha de frijol del último ciclo agrícola cayó entre 30 y 40 por ciento; el ganado enflaca por falta de alimento y abrevaderos en ambos estados y en Jalisco. En Guadalajara y en Monterrey, entre otras ciudades, el agua se ha tenido que racionar.
De los 2 mil 463 municipios del país, sólo 675 no tienen afectación, los demás sufren condiciones anormalmente secas hasta de sequía excepcional, de acuerdo con el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). En las entidades que tienen entre 90 y casi 100 por ciento de su territorio con sequía, los impactos son evidentes.
La escasez de agua en Michoacán afecta a unos 40 municipios (de 113) y se ha perdido 60 por ciento de las zonas boscosas. Del lago Cuitzeo desapareció 70 por ciento de la superficie acuática, convertida en terregales. Pátzcuaro pierde área acuática. A corto plazo, se prevé que Janitzio dejará de ser una isla, en la actualidad sólo hay un pequeño cuerpo de agua que lo separa de Jarácuaro. Los bosques circundantes al lago Zirahuén fueron arrasados, ahora hay árboles de aguacate, según refieren autoridades ambientales estatales e investigadores.
En Jalisco, el lago de Chapala, el más grande de México, no está a su máximo nivel, pero sí muy contaminado. Es la principal fuente de abasto de Guadalajara, con casi 5.5 millones de habitantes. Desde finales de febrero comenzaron los cortes del servicio. Para colmo, se pierde al menos 35 por ciento del agua por fugas en la red, indican expertos.
El nivel de las presas de Nuevo León está en descenso. Sólo por mencionar un ejemplo, Cerro Prieto está a 17 por ciento de su capacidad. En un recorrido por este embalse, del lado de Linares, donde normalmente hay un poco de agua, se aprecia el área seca, algo que no se veía desde 2013. De acuerdo con el experto Jaime Leal Díaz, en las redes de la zona metropolitana de Monterrey se pierde 30 por ciento del líquido.
Zacatecas tiene 14 vasos con 48 por ciento menos almacenamiento en promedio. Van tres años consecutivos de secas. Los siete municipios de la “zona frijolera” están en sequía extrema. Entre diciembre y enero no hubo lluvias de invierno, las que generan pastos y matorrales, alimento del ganado, además de llenar los pozos, norias y bordos de abrevaderos. Hay tandeo de agua potable. La aridez del suelo y los fuertes vientos han dejado un paisaje desolador en gran parte de la entidad.
Durango, 7 meses sin lluvias
Desde hace siete meses no llueve en Durango. Al menos cuatro municipios tienen comunidades que carecen de agua para consumo humano y los municipios de la región del semidesierto son los más afectados. En Mapimí y Tlahualilo, así como los serranos Pueblo Nuevo y Tepehuanes, los manantiales están secos.
En Saltillo, Coahuila, se extrae más agua de la que permite la Conagua, que autoriza 54 millones de metros cúbicos de agua por año; sin embargo, la trasnacional Suez América Latina estima que se extraen 74 millones. Por la sequía extrema en Guanajuato, hay 11 municipios de la zona norte y noreste en “alta vulnerabilidad” para abasto doméstico; 18 municipios agrícolas requieren agua de las presas, varias a sólo 14 por ciento de llenado.
En Aguascalientes, hay 7 mil pequeños agricultores afectados por el estiaje que producen uva frutal, lechuga y coliflor, entre otros alimentos. La temperatura, desde marzo, está en 34 grados centígrados al mediodía, para mayo se prevé que se eleve a 40 grados. En Colima, la delegación de la Conagua propuso que los distritos de riego usen el agua por sectores. En Tamaulipas, algunas zonas urbanas reciben un servicio irregular de agua para consumo humano, lo cual, por supuesto, genera molestia entre la población. Ex funcionarios de la Conagua local indican que ya hay un deterioro de áreas verdes por falta de riego.