Tierra

Crece la colonia de perritos de la pradera de cola negra, en Sonora

Por más de 12 años de seguimiento de esta especie, la colonia ha mostrado incremento en su número de miembros, al pasar de 201 perritos, en el primer registro, a 511 en este año

Para poder determinar el número de aproximado de individuos en las madrigueras de la colonia y la salud del ecosistema donde ésta se ubica, se realizan conteos y se sitúan los grupos familiaresAutorComisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas

La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), a través del Área de Protección de Flora y Fauna Bavispe, en coordinación con Naturalia, A.C., la Universidad de Sonora y el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A.C., informan sobre el crecimiento de la colonia de perritos de la pradera de cola negra (Cynomys ludovicianus) en Sonora.

Por más de 12 años de seguimiento de esta especie, la colonia ha mostrado incremento en su número de miembros, con respecto a otros, al pasar de 201 perritos, en el primer registro, a 511 en este año.

Las primeras estimaciones realizadas por la Universidad de Sonora en 2005, arrojaron una población de 201 individuos en un rango de 28 hectáreas. Naturalia, A.C. e instituciones colaboradoras en 2010 y 2015 estimaron 178 y 488 perritos, respectivamente, y en 2021, el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A.C., en colaboración con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, estimaron 511 perritos en 86 hectáreas.

Después de una intensa sequía a principios de año, las lluvias extraordinarias que cayeron en la cuenca del Río San Pedro favorecieron la disponibilidad de una importante variedad de pastos y vegetación, justo a tiempo para dar sustento a las crías de perrito que comenzaron a salir de las madrigueras a principios de junio, cuando la disponibilidad de alimento es mínima, por ello también se les suministró suplemento alimenticio.

Para poder determinar el número aproximado de individuos en las madrigueras de la colonia y la salud del ecosistema donde ésta se ubica, se realizan conteos y se sitúan los grupos familiares, se observa cómo se encuentran organizadas las madrigueras y las familias de perritos que las componen, también se lleva a cabo un monitoreo de depredadores como coyotes, tejones, águilas, linces, entre otros.

Así mismo, se hace monitoreo de la vegetación, como pastos nativos, mezquites, entre otros y se compara con otros sitios donde no hay perritos. Como resultado, se ha visto que en los lugares donde hay perritos se mantiene mayor diversidad de especies, ya que sus madrigueras sirven, a su vez, de refugio para otros animales como roedores, reptiles, insectos, anfibios, entre muchos otros. El seguimiento se lleva a cabo con el apoyo y colaboración del dueño de la tierra.

Esta especie de mamífero roedor, generalmente de color café claro a café rojizo en los costados y el dorso y cuyo peso oscila de los 900gr. a 1,200 gr., fue considerada como una especie indeseada, debido a su presunta competencia con la actividad ganadera, por lo que programas masivos de control y erradicación fueron implementados, ocasionando la drástica reducción de sus poblaciones, además de otros factores, como el sobrepastoreo, la cacería ilegal, la expansión de la frontera agrícola y largos períodos de sequía, por lo que esta especie es hoy considerada como amenazada de acuerdo a la NOM-059-SEMARNAT-2010.

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