Aire

Por cambio climático, plantean nuevos frentes contra la contaminación

Autoridades ambientales locales, federales y metropolitanas investigan cómo los efectos del cambio climático están favoreciendo la intensificación de la contaminación del aire en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM).

Los resultados de los estudios, que se alargarán hasta 2023, darían elementos científicos para, en su caso, modificar los programas de contingencias ambientales que se aplican actualmente y adaptarlos a la nueva realidad que se ha detectado en la megalópolis.

El Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came), la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), entre otras autoridades ambientales, emprenden una investigación porque existen evidencias de que el aumento de calor, radiación solar y la disminución de nubosidad y lluvias están potencializando el estancamiento de contaminantes y la generación de ozono en la ZMVM en donde habitan 22 millones de personas.

Además, las contingencias ambientales se están presentando en meses en donde regularmente no ocurrían.

Así pasó en la última, decretada el 12 de noviembre y también el 23 de octubre, cuando los niveles de ozono rebasaron el límite de 155 partes por billón, pero no se decretó la emergencia porque los vientos ayudaron a dispersar los contaminantes casi inmediatamente.

De las 82 contingencias ambientales registradas entre 1988 y lo que va de 2022, sólo cuatro ocurrieron en noviembre (11/11/1991, 16/11/1993, 11/11/2020 y 12/11/2022). Y en octubre fueron cinco (23/10/1991, 29/10/1996, 15/10/1996, 22/10/1997 y 06/10/1998).

Mientras que los meses con más contingencias fueron diciembre con 16, mayo 13, febrero 8 y marzo 8.

Yo creo que hay un efecto del cambio climático en las condiciones de la ciudad, en meses donde anteriormente no se producían estas contingencias ahora las empezamos a ver.

Estamos revisando los programas hasta la fecha porque, sí, efectivamente, estas situaciones parecerían que ya cambiaron y, por lo tanto, habrá que ver si es necesario hacer un ajuste a los programas”, expresó Víctor Hugo Páramo, titular de la Came.

En entrevista por separado, Sergio Zirath Hernández, director de Calidad del Aire de la Sedema, coincidió en que los estudios servirán para, en su caso, mejorar el Programa de Contingencias Ambientales Atmosféricas.

Se está revisando el Programa de Contingencias Ambientales Atmosféricas, hay un trabajo que trae el Gobierno federal, a través del INECC, y en el momento en que ellos nos presenten los resultados, la propuesta, se analizará, con ellos y con los otros actores interesados en el tema”, expresó.     

AGENTES EXTERNOS

Los estudios también contemplan determinar si la contaminación generada en fuentes externas, como la Refinería Miguel Hidalgo y la Central Termoeléctrica Francisco Pérez Ríos, ambas ubicadas en Tula, Hidalgo, al llegar al Valle de México impulsada por el viento se combina con la polución local y se potencializa.    

Hay hipótesis que, por ejemplo, fuentes externas cuando llegan y se mezclan con la contaminación propia del valle, reaccionan y hacen que se tengan episodios más altos, se potencializan. Pensamos que cuando tengamos esa información disponible ya podremos ir estudiando y viendo si eso se produce, cómo se produce y, por lo mismo, podríamos pensar en medidas para mitigar”, explicó Páramo.

El titular de la Came señaló que la investigación contempla el proyecto impulsado por la NASA de monitorear la calidad del aire de la ZMVM desde el satélite Tempo, que se ubicará a 35 mil kilómetros de altura.

Ese satélite va a ser lanzado en febrero de 2023 y tiene la característica que cada hora va a estar haciendo como una especie de barrido de mediciones y nos va a permitir ver qué sucede en áreas donde no hay estaciones de monitoreo”, indicó.

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