Tierra

Álvaro Obregón, Cuajimalpa, Magdalena Contreras y Xochimilco, alcaldías en riesgo por deslizamiento de laderas

La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, Myriam Urzúa Venegas, informó que de las 319 colonias que hay en la Ciudad de México, 212 estarían en riesgo de sufrir un desprendimiento de terreno debido a las fuertes lluvias que afectan a la capital.

Dos terceras partes de las colonias que alberga la capital del país presentan inestabilidad de laderas, es decir, el terreno sobre el que se encuentran corre el riesgo de perder autosuficiencia, lo cual puede derivar en colapsos y deslaves.

Este fenómeno, declaró la secretaria, cobra mayor relevancia en agosto debido a que la temporada de lluvias alcanza su culmen de frecuencia en esta época del año. Aunado a ello, la deforestación, la sobrecarga del suelo por crecimiento demográfico y los sismos incrementan el riesgo de deslizamiento en las zonas de cerros y laderas que comprenden en su mayor parte a las alcaldías Álvaro Obregón, Cuajimalpa, Magdalena Contreras y Gustavo A. Madero, por lo que son en estas demarcaciones donde se concentran más puntos de riesgo en la ciudad.

De acuerdo con datos obtenidos del Atlas de Riesgo de la Ciudad de México y Protección Civil, Álvaro Obregón sería la alcaldía con más colonias en riesgo de deslizamiento de laderas, con 78; le seguiría Cuajimalpa con 32; Magdalena Contreras y Xochimilco ambas con 25 y Gustavo A. Madero con 18.

De acuerdo con Urzúa, autoridades de Protección Civil han instado en diversas ocasiones a los habitantes de las zonas de riesgo sobre los peligros de habitar en cerros y laderas, sin embargo, la población ha hecho caso omiso a estas recomendaciones.

Las autoridades han planteado la construcción de un muro con la finalidad de detener el crecimiento demográfico en esa zona y salvaguardar la vida de la población civil en caso de un posible derrumbe en la región cercana al Cerro de Chiquihuite, en donde el 10 de septiembre del año pasado se registró un desprendimiento de rocas que provocó la muerte de cuatro personas y la sepultura de varias casas.

“Vivir en laderas supone siempre un riesgo latente. Se aconseja revisar la estructura del domicilio constantemente, evitar tirar basura para no generar encharcamientos e inundaciones que saturen y debiliten el terreno y estar atento a las alertas que Protección Civil emite continuamente”, concluyó.

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