A pesar de que representan más del 70 por ciento de la superficie de la Tierra, todavía hay mucho sobre los océanos que no sabemos. Científicos del Museo de Historia Natural de Reino Unido descubrieron 30 nuevas especies potencialmente nuevas viviendo en las profundidades del mar.
Los especialistas británicos utilizaron un vehículo operado por control remoto (ROV) para recolectar muestras de las llanuras abisales de la Zona Clarion-Clipperton (que es rico en nódulos polimetálicos) en el Pacífico central. Anteriormente, los especímenes de esta área se habían estudiado solo a partir de fotografías.PUBLICIDAD
Sin embargo, con la nueva investigación, esta nueva tecnología permitió a los científicos tener una idea mucho mejor de los organismos que viven a profundidades de 3 mil 100 a 5 mil 100 metros bajo el nivel del mar, según revela un estudio publicado en la revista especializada Zookeys.
El fondo del océano, un misterio para los científicos
A veces, estas especies son completamente nuevas que nunca antes habían sido estudiadas por los científicos, en otras se trata de una especie y su subespecie que se examinan más de cerca, pero que los expertos deberían señalarlas como especies separadas.
El equipo también recolectó pequeños animales anclados al sedimento o adheridos a sustratos duros como anémonas de mar, percebes, lirios de mar, esponjas de mar y una esponja de vidrio de más de un metro de largo. Una de las especies recién descubiertas es Psychropotes longicauda, también conocida como la ardilla gomosa.
Los creadores del estudio afirman que mucha de la vida en el fondo del océano es un misterio, y los humanos no la perturban porque es muy difícil de alcanzar. Pero la tecnología ayuda a encontrar nuevos descubrimientos.
Los investigadores dicen que si bien se sabe que las pequeñas criaturas de tamaño milimétrico (macrofauna) son extremadamente biodiversas en el abismo, no ha habido mucha información sobre animales más grandes (megafauna), y los hallazgos indican que este grupo también podría ser muy diverso.
“Esta investigación es importante no solo por la cantidad de especies potencialmente nuevas descubiertas, sino porque estos especímenes de megafauna solo se han estudiado previamente a partir de imágenes del fondo marino”, dijo la doctora Guadalupe Bribiesca-Contreras, del Museo de Historia Natural y autora principal del estudio.
“Sin los especímenes y los datos de ADN que contienen, no podemos identificar adecuadamente a los animales y comprender cuántas especies diferentes hay”, quien agregó que entre las muestras recolectadas se encontraban estrellas de mar y pepinos de mar, y muchas son invertebrados marinos.
“Sabemos que los pequeños animales de tamaño milimétrico llamados macrofauna son extremadamente biodiversos en el abismo”, comentó por su parte, el doctor Adrian Glover, que dirige el Grupo de Investigación del Mar Profundo del museo.
Sin embargo, apuntó el especialista, “nunca hemos tenido mucha información sobre los animales más grandes que llamamos megafauna, ya que se han recolectado muy pocas muestras. Este estudio es el primero en sugerir que la diversidad también puede ser muy alta en estos grupos”, concluyó.
