Tierra

BUAP recupera la historia de las comunidades rurales para el cuidado del medio ambiente

El Laboratorio de Manejo de Recursos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) trabaja en conjunto con comunidades rurales de la entidad con el objetivo de implementar una gestión territorial y acciones encaminadas al cuidado del medio ambiente.

María Concepción López Téllez, investigadora de la Maestría en Ciencias Biológicas de la máxima casa de estudios del estado, explicó que se recupera la historia de cada localidad para comprender las prácticas culturales y los factores externos destinados a la protección del entorno.

“Las comunidades rurales hacen de la historia colectiva el motor para la protección y gestión adecuada de recursos naturales, mismos que son vistos como parte de la identidad de cada lugar”, explicó la investigadora.

A lo largo de su historia, diferentes comunidades rurales en el estado de Puebla, así como en otros puntos del país, lograron instalar modelos de gobernanza basados en la participación social y una pertinente organización institucional.

Durante foro organizado por la Universidad Iberoamericana con el objetivo de analizar la urgencia de construir una convivencia armónica con la naturaleza, la académica de la BUAP, quien es acompañante en diferentes modelos establecidos en comunidades rurales, explicó que la apropiación hace que se valore y se cuide al territorio.

“México es un país con una geografía diversa, lo que ha propiciado el establecimiento y desarrollo de múltiples culturas. Es así que, en nuestro país se hablan alrededor de 66 lenguas indígenas con más de 300 variantes regionales. Durante más de 20 años, el Laboratorio de Manejo de Recursos de la BUAP ha trabajado junto a comunidades rurales de Puebla con el fin de impulsar propuestas para una gestión territorial que sea correspondiente con las condiciones de cada época”, explicó.

La religión influye en el uso del territorio como lugar para el desarrollo espiritual y los propios actores locales son los que deciden por la gestión de su territorio, a partir de conocimientos heredados, explicó López Téllez.

Los comuneros dominan los saberes relacionados con la diversidad de plantas y animales, así como la gestión adecuada de sus respectivos patrimonios naturales, lo que lleva a las localidades a emprender acciones para regular la tala de árboles, prevenir incendios y controlar plagas.

Al mismo tiempo, en las comunidades se presentan conflictos, entre ellos, la falta de confianza de los pobladores en las autoridades locales que cambian cada tres años y operan de forma opaca ante el desarrollo de proyectos privados, explicó la investigadora de la BUAP.

“Cuando hablamos de núcleos agrarios hay un cambio de autoridades cada tres años. Esto implica que lleguen actores con intereses diversos. A su vez, existe molestia frente a la falta de información sobre los proyectos privados que se implementan en los territorios rurales. No estamos considerando a los territorios para tomar este tipo de decisiones. Se debe tomar en cuenta la realidad de las comunidades”, resaltó.

Por último, la investigadora expresó que la gobernanza del territorio a nivel rural destaca por el compromiso de los actores involucrados, quienes se ven motivados por una perspectiva cultural y ambiental del espacio.

“Esto ha permitido que las dinámicas sociales basadas en la tradición perduren a través del tiempo y se fortalezcan frente a la intervención de agentes externos”, finalizó la investigadora de la BUAP.

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