Tierra

4 razones por las que tienes que levantar las heces de tu perro en la calle

Las heces de los perros expuestas al medio ambiente pueden causar desde infecciones gastrointestinales en humanos hasta perjuicios en los mares.

¿Qué daño causan las heces de los perros al ambiente? Además de que es desagradable verlas y contribuye a que las calles se vean descuidadas, cuando tu perro defeca en la calle y no levantas sus residuos, estás contribuyendo a que la naturaleza salga perjudicada, al igual que el ser humano, de diversas formas.

Mucha gente piensa que “es la naturaleza, es abono, así que básicamente se puede dejar sin causar ningún daño”, dice Pieter De Frenne, profesor de botánica aplicada en la Universidad de Gante (Bélgica). Sin embargo, décadas de investigación demuestran lo contrario.

Foco de infecciones

El excremento de los perros está cargado de microorganismos que pueden provocar enfermedades intestinales en las personas. Un solo gramo de popó contiene unos 23 millones de E. coli y otras bacterias coliformes fecales, además de albergar salmonela, giardia y anquilostoma. Por su fuera poco, todos estos excrementos pueden estar contribuyendo a la preocupante tendencia de infecciones resistentes a los antibióticos en los seres humanos.

Daños a otros animales

Especies animales como los gatos monteses y los zorros, tienden a evitar las zonas marcadas por los perros, mientras que los residuos hacen que otros animales sean más propensos a enfermar, al igual que los árboles. Por ejemplo, un parásito presente en las heces caninas provoca abortos en ovejas, ciervos y vacas.

Daños a los mares y la vida acuática

Los excrementos que se abandonan pueden bombear fósforo y nitrógeno al ecosistema. Estos nutrientes no son perjudiciales en sí mismos, pero en cantidades importantes, estimulan la proliferación de algas que reducen los niveles de oxígeno bajo el agua, matan la vida acuática y hacen que nadar no sea seguro.

Impiden el crecimiento de otras plantas

En tierra, las heces pueden provocar que disminuya la biodiversidad al promover el crecimiento de ciertas plantas comunes. A su vez, éstas pueden impedir que la flora más pequeña y rara reciba la luz del sol.

Según un estudio de febrero de 2022, que analizaba el impacto de las heces y la orina de los perros en cuatro reservas naturales cerca de Gante (Bélgica), se descubrió que los perros inyectaban una media de 11 kilogramos de nitrógeno y 5 kilogramos de fósforo por hectárea cada año, lo cual es una cantidad “considerable”.

En otros lugares donde los animales domésticos llevaban años prohibidos, el suelo contenía cantidades elevadas de nutrientes.

Entonces, ¿qué puede hacer el dueño de un perro? Pieter De Frenne afirma que el simple hecho de recoger los excrementos elimina el 97% del fósforo y el 56% del nitrógeno. Así se reduce drásticamente el riesgo de enfermedades.

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